¡Dios mío! ¡Al paso que vamos en Guatemala, creo que nunca voy a volver a conducir un vehículo!
Hace un par de semanas me enteré por medio de la prensa escrita que las autoridades que extienden las licencias para conducir vehículos ahora van a multar a quienes no renoven sus licencias a tiempo. ¡Esto de verdad es el colmo!
Incluso ya hasta tienen estipulada una tabla de rangos del valor de la multa según los años que uno deje de renovar la licencia.
No tengo la información exacta a mi alcance en este momento porque ni tenía la intención de publicar nada hoy pero me recordé de esto que me pareció tan injusto. De verdad que en esta vida todo es dinero... Y, como siempre, no hay nada ni nadie que haga algo al respecto, y los que abusan de su autoridad siempre se quedan con su gusto.
Tal como les comentaba la vez pasada y algunos de ustedes, amables lectores, me respaldaban con sus comentarios, esto simplemente es un robo.
Esta normativa cobra vigencia en el mes de octubre así que si ustedes no han renovado su licencia durante dos años o más, junten sus centavitos y háganlo ahora para no tener que pasar más disgustos y tener que pagar de más (sobre lo que ya pagamos de más).
No voy a deshacerme en insultos para las personas que tuvieron esta nueva y grandiosa idea porque con mi rabieta no logro nada pero de verdad que da cólera saber que gente tan "absurda" tiene tanto alcance en las instituciones que, en lugar de ser de utilidad para las personas, se vuelven opresoras del bolsillo de la gente.
lunes, 8 de agosto de 2011
miércoles, 18 de mayo de 2011
Un juego clásico que no pasa de moda.
Tuve una niñez muy afortunada. Mis padres me dieron todo lo que yo pude haber necesitado y más. Y entre los muchos obsequios y cosas que recibi de mis padres, por supuesto, también había juguetes. Recuerdo muchos de ellos con aprecio.
Esto viene a tema porque hace unos meses caminaba por el supermercado y encontré uno de esos juguetes que tuve y que no pasan de moda. Es un juego de mesa llamado Bancopoly (con el acento en la primera "o", por favor) el cual consiste en dinero en efectivo (de mentira, por supuesto); un tablero dividido en casillas que representan los departamentos (o estados) del país de Guatemala y algunas de sus empresas de servicios y transportes; y los respectivos "títulos de propiedad" de los departamentos y de dichas empresas.
Los jugadores, que pueden ser dos o más, empiezan el juego con la misma cantidad de dinero cada uno y, según lo que marquen los dados, van avanzando sobre el tablero pudiendo adquirir los departamentos o empresas sobre los cuales van cayendo y también pueden invertir en sus propiedades adquiridas.
Cuando un jugador cae en una propiedad de otro debe pagarle al dueño por pasar por ahí. Y entre más el propietario ha invertido en esa propiedad, más alto será el valor que el "visitante" deberá de pagar. El objetivo del juego es convertirse en el jugador con más propiedades y más dinero. Ser el más rico pues...! Por eso se llama como se llama... bueno, al menos en ingles.
Es que este juego es la versión guatemalteca del Monopoly o Monopolio(para quienes lo conocen) que es lo mismo sólo que en gringo. También está la versión de Costa Rica llamada Gran Banco, ahora que recuerdo, que también tuve.
Pues ese día en el supermercado me compré un Bancopoly para poderlo jugar nuevamente y compartir el rato con la familia y los amigos. Eso es bueno porque no solo de videojuegos debe vivir el hombre. Lo que si me pareció curioso fue que habían tres versiones del juego en cuestión.
Estaba el clásico, el compacto y el de Aniversario. Por supuesto yo me compré el clásico porque ese era el que yo tenía hace años y porque soy aburrido y convencional. Pero sí me gustaría en alguna ocasión conocer las pequeñas novedades (dibujitos) de los otros dos... o al menos las de la versión de aniversario.
Otra cosa que me pareció atractiva es que el Monopoly también tiene diferentes versiones...
¡Sí! ¡Ríanse!... Pero yo no lo sabía! No estoy seguro de cuales son todas pero es que hasta hay una que es versión Bob Esponja y otro versión Pixar! (Si alguno de ustedes, estimados lectores, no sabe lo que es Pixar voy a tener que pedirles que desalojen este blog... (ja ja ja) o que lean la tercera publicación después de esta.)
Tengo una leve idea de lo entretenido que será, ante todo para los niños, jugar un Monopoly con la temática de películas como Toy Story, Cars, Wall-E, Monsters Inc. y otros.
Hay variedad de juegos de mesa que son muy buenos...; ahora que lo pienso me sorprende que aquí en Guatemala no hayamos copiado juegos de mesa más complejos como Adivina quien, Clue, Risk o Batalla Naval, por ejemplo.
Battleship
O Batalla Naval, me parece un juego muy atractivo que se juega entre dos personas. A groso modo: sé que ambas cuentan con un tablero de coordenadas donde colocan sus barcos (creo que son barcos o naves) como mejor les parezca y que el jugador contrario no puede ver y luego deben ir adivinando las coordenadas de ubicación de las naves del jugador contrario para atacar y así dejarlo fuera de combate cuando todos sus barcos estén hundidos. A mí me parece muy bueno!
Risk
O Riesgo; es un juego de estrategia en el cual el objetivo es conquistar el mundo... No tengo más detalles sobre este juego pero se ve interesante.
Clue:
Pista, Evidencia o algo así. Se trata de que hay varios personajes en una casa o mansión. Hay una víctima que murió asesinado (detalle: juguete bélico que fomenta la violencia) por uno de los personajes con un objeto utilizado como arma.
El objetivo es ser el primero en descubrir quien fue el asesino, en que lugar de la casa fue cometido el asesinato y con que arma u objeto contundente fue llevado a cabo. Este juego pretende sacar el lado detectivesco que hay en ti.
Guess who
Adivina quién, también se juega entre dos personas. Hay una cantidad de personajes que creo que no excede de los veinticinco. Vienen impresos en tarjetas y cada uno de ellos se repite dos veces. A cada jugador le toca uno de cada uno de los personajes. Luego escogen a uno de ellos, sin que el adversario sepa cual está eligiendo uno, para que él intente, por medio de preguntas, adivinar cual es el que uno ha escogido.
Por ejemplo: ¿Tu personaje es hombre? ¿Es mujer? ¿Tiene bigote? ¿Usa anteojos? ¿Usa sombrero? Dependiendo de las respuestas vas eliminando los personajes hasta dar con el correcto. La idea es ser el primero en adivinar que personaje a elegido tu oponente.
A mí todos estos juegos me parecen muy ingeniosos. Y si siguieramos adentrándonos en el tema yo sé que encontraríamos muchos otros que son entretenidos y con mayor dificultad y con los cuales uno puede invertir tiempo de calidad con la familia.
Me atrevo a pensar que aquí no tenemos versiones de esos juegos porque en ellos hay que utilizar un poco más la inteligencia y, lamentablemente, nosotros estamos mal acostumbrados a ser perezosos cuando de utilizar la cabeza se trata (lo ponemos más en evidencia en cada año electoral). No es que sea una cultura pero nosotros no tenemos la cultura del juego de mesa. Nosotros los guatemaltecos somos los de la cultura de los tragos del fin de semana, los partidos del domingo, las maquinitas y el apostar en las cartas.
Y no es que yo sea el nerd de los juegos de mesa pero hay una infinidad de formas instructivas de pasar el tiempo. Creo que por eso es que me gusta todavía el Bancopoly. No es la enciclopedia británica tampoco, pero a pesar de que depende en gran parte de lo que marquen los dados, de alguna manera refresca y enseña a los más jóvenes un poquito de geografía y fomenta a poner en práctica el manejo del dinero, aunque sea de "mentiritas".
En lo que buscaba imágenes para ilustrar el tema me encontré con algunas curiosidades: Un juego de Batalla naval en versión Star Wars.
O este que esta relacionado con la película de G.I. Joe?
¿Y que les parece este Clue al estilo de Los Simpson?
Y para terminar y aunque no es de sorprenderse, a excepción del Bancopoly, todos los juegos de los que les comentaba arriba tienen ya su versión electrónica, como era de esperarse. Desde el Monopoly hasta el Clue... del Guess who no estoy muy seguro pero me imagino que también. Estas versiones computarizadas deben tener su atractivo pero no sé si será tan divertido como competir contra otra persona... en persona.
Esto viene a tema porque hace unos meses caminaba por el supermercado y encontré uno de esos juguetes que tuve y que no pasan de moda. Es un juego de mesa llamado Bancopoly (con el acento en la primera "o", por favor) el cual consiste en dinero en efectivo (de mentira, por supuesto); un tablero dividido en casillas que representan los departamentos (o estados) del país de Guatemala y algunas de sus empresas de servicios y transportes; y los respectivos "títulos de propiedad" de los departamentos y de dichas empresas.
Los jugadores, que pueden ser dos o más, empiezan el juego con la misma cantidad de dinero cada uno y, según lo que marquen los dados, van avanzando sobre el tablero pudiendo adquirir los departamentos o empresas sobre los cuales van cayendo y también pueden invertir en sus propiedades adquiridas.
Cuando un jugador cae en una propiedad de otro debe pagarle al dueño por pasar por ahí. Y entre más el propietario ha invertido en esa propiedad, más alto será el valor que el "visitante" deberá de pagar. El objetivo del juego es convertirse en el jugador con más propiedades y más dinero. Ser el más rico pues...! Por eso se llama como se llama... bueno, al menos en ingles.
Es que este juego es la versión guatemalteca del Monopoly o Monopolio(para quienes lo conocen) que es lo mismo sólo que en gringo. También está la versión de Costa Rica llamada Gran Banco, ahora que recuerdo, que también tuve.
Pues ese día en el supermercado me compré un Bancopoly para poderlo jugar nuevamente y compartir el rato con la familia y los amigos. Eso es bueno porque no solo de videojuegos debe vivir el hombre. Lo que si me pareció curioso fue que habían tres versiones del juego en cuestión.
Estaba el clásico, el compacto y el de Aniversario. Por supuesto yo me compré el clásico porque ese era el que yo tenía hace años y porque soy aburrido y convencional. Pero sí me gustaría en alguna ocasión conocer las pequeñas novedades (dibujitos) de los otros dos... o al menos las de la versión de aniversario.
Otra cosa que me pareció atractiva es que el Monopoly también tiene diferentes versiones...
¡Sí! ¡Ríanse!... Pero yo no lo sabía! No estoy seguro de cuales son todas pero es que hasta hay una que es versión Bob Esponja y otro versión Pixar! (Si alguno de ustedes, estimados lectores, no sabe lo que es Pixar voy a tener que pedirles que desalojen este blog... (ja ja ja) o que lean la tercera publicación después de esta.)
Tengo una leve idea de lo entretenido que será, ante todo para los niños, jugar un Monopoly con la temática de películas como Toy Story, Cars, Wall-E, Monsters Inc. y otros.
Hay variedad de juegos de mesa que son muy buenos...; ahora que lo pienso me sorprende que aquí en Guatemala no hayamos copiado juegos de mesa más complejos como Adivina quien, Clue, Risk o Batalla Naval, por ejemplo.
Battleship
O Batalla Naval, me parece un juego muy atractivo que se juega entre dos personas. A groso modo: sé que ambas cuentan con un tablero de coordenadas donde colocan sus barcos (creo que son barcos o naves) como mejor les parezca y que el jugador contrario no puede ver y luego deben ir adivinando las coordenadas de ubicación de las naves del jugador contrario para atacar y así dejarlo fuera de combate cuando todos sus barcos estén hundidos. A mí me parece muy bueno!
Risk
O Riesgo; es un juego de estrategia en el cual el objetivo es conquistar el mundo... No tengo más detalles sobre este juego pero se ve interesante.
Clue:
Pista, Evidencia o algo así. Se trata de que hay varios personajes en una casa o mansión. Hay una víctima que murió asesinado (detalle: juguete bélico que fomenta la violencia) por uno de los personajes con un objeto utilizado como arma.
El objetivo es ser el primero en descubrir quien fue el asesino, en que lugar de la casa fue cometido el asesinato y con que arma u objeto contundente fue llevado a cabo. Este juego pretende sacar el lado detectivesco que hay en ti.
Guess who
Adivina quién, también se juega entre dos personas. Hay una cantidad de personajes que creo que no excede de los veinticinco. Vienen impresos en tarjetas y cada uno de ellos se repite dos veces. A cada jugador le toca uno de cada uno de los personajes. Luego escogen a uno de ellos, sin que el adversario sepa cual está eligiendo uno, para que él intente, por medio de preguntas, adivinar cual es el que uno ha escogido.
Por ejemplo: ¿Tu personaje es hombre? ¿Es mujer? ¿Tiene bigote? ¿Usa anteojos? ¿Usa sombrero? Dependiendo de las respuestas vas eliminando los personajes hasta dar con el correcto. La idea es ser el primero en adivinar que personaje a elegido tu oponente.
A mí todos estos juegos me parecen muy ingeniosos. Y si siguieramos adentrándonos en el tema yo sé que encontraríamos muchos otros que son entretenidos y con mayor dificultad y con los cuales uno puede invertir tiempo de calidad con la familia.
Me atrevo a pensar que aquí no tenemos versiones de esos juegos porque en ellos hay que utilizar un poco más la inteligencia y, lamentablemente, nosotros estamos mal acostumbrados a ser perezosos cuando de utilizar la cabeza se trata (lo ponemos más en evidencia en cada año electoral). No es que sea una cultura pero nosotros no tenemos la cultura del juego de mesa. Nosotros los guatemaltecos somos los de la cultura de los tragos del fin de semana, los partidos del domingo, las maquinitas y el apostar en las cartas.
Y no es que yo sea el nerd de los juegos de mesa pero hay una infinidad de formas instructivas de pasar el tiempo. Creo que por eso es que me gusta todavía el Bancopoly. No es la enciclopedia británica tampoco, pero a pesar de que depende en gran parte de lo que marquen los dados, de alguna manera refresca y enseña a los más jóvenes un poquito de geografía y fomenta a poner en práctica el manejo del dinero, aunque sea de "mentiritas".
En lo que buscaba imágenes para ilustrar el tema me encontré con algunas curiosidades: Un juego de Batalla naval en versión Star Wars.
O este que esta relacionado con la película de G.I. Joe?
¿Y que les parece este Clue al estilo de Los Simpson?
Y para terminar y aunque no es de sorprenderse, a excepción del Bancopoly, todos los juegos de los que les comentaba arriba tienen ya su versión electrónica, como era de esperarse. Desde el Monopoly hasta el Clue... del Guess who no estoy muy seguro pero me imagino que también. Estas versiones computarizadas deben tener su atractivo pero no sé si será tan divertido como competir contra otra persona... en persona.
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martes, 19 de abril de 2011
De vuelta a la red.
Aunque parezca mentira… yo no planifiqué pasar un año sin publicar nada en este blog pero que curioso que mi publicación del viernes haya coincidido con la fecha de la última publicación del año pasado.
No tengo ningún motivo en especial por el cual deje de redactar en este blog. A decir verdad tampoco tengo ningún motivo en especial para volver a publicar en el… Y eso es bueno porque para mi esto resultó ser lo que tenía que ser: un pasatiempo que puedo retomar cuando se me antoje. Y por lo que veo pues a nadie le hice falta así que está bien. Nadie se fue a tirar al barranco por la ausencia de las inteligentes publicaciones que aparecían en este blog hace más de un año.
¡Un año! ¡Eso sí es falta de dedicación! Bueno… ¿Qué más da? Ya estoy de vuelta… al menos hasta que me vuelva a agarrar la locura y pierda el interés nuevamente…
¡Ahí está ve!... Pérdida de interés… El motivo principal de que me haya alejado tanto tiempo de la redacción de artículos para este blog. Veo que lo último sobre lo que escribí el año pasado fue sobre el concierto de Metallica… ¡Uff! ¡Qué melancolía!
En un año han pasado innumerables cosas y, como he mencionado antes y si no lo he hecho lo hago ahora: si yo escribiera sobre cada cosa que sucede (mejor debería trabajar de reportero) no tendría vida propia y, como “la vida es ahora” pues ahí iré escribiendo a ver que hay de nuevo…
Y a propósito de mi ausencia… ahora que recuerdo… el que si ni siquiera se despidió fue el Amo del calabozo, el autor de el blog de ¿Quién gana?
A mediados del año pasado visité su blog y grande fue mi sorpresa al encontrarme con que la última publicación había sido ya hace varios meses. En la misma había un montón de comentarios de diferentes fechas que más o menos llevaban una cronología descriptiva de que el autor del blog no aparecía por ningún lado. Tanto así que sus seguidores ya lo habían dado por muerto (porque creo que no se puede decir otra cosa) y, como no podía faltar siempre algún ocurrente, ahora ya existe el blog “¿Quién gana? 2”.
Así es, como la segunda parte de una película. Pues no pude evitar entrar a conocer el Quien gana 2 y pues es casi lo mismo pero, como era de esperarse, el nuevo autor o autores, no tienen la gracia ni la imaginación que tenia el Amo del Calabozo.
¿Quien gana? 2 es como la versión chusca del original y no lo digo en mala onda y, por supuesto, no dejé ningún comentario ni para ofender ni para bajarle el ánimo a nadie (ni al original le dejaba comentarios). Si eso los hace feliz pues allá ellos. ¿Quién soy yo para arruinarles su fiesta?
Pero eso sí, el Amo del calabozo… que al final solo Dios sabe que sucedió con él o sí en realidad su existencia física en el mundo real concluyó (¡Se murió pues! ¡Va!), tenía mucho más tino para escribir tonterías con gracia pero bueno, así es la vida. Hoy estamos, mañana saber. Yo de verdad espero que simplemente se haya aburrido o que haya conseguido novia o qué sé yo… aunque por la fidelidad que le tenía a su blog dudo mucho que alguna de estas razones haya sido motivo suficiente para que lo abandonara sin siquiera despedirse pero quien sabe…
Bueno, donde sea que esté ojalá que todo le esté saliendo de perlas.
Yo, por mi parte pues voy a seguir escribiendo con la misma constancia (mmm?…) que normalmente lo hacía hace poco más de un año (o sea casi nunca) y si me vuelve a agarrar la hueva pues nos leemos más adelante si Dios quiere.
No tengo ningún motivo en especial por el cual deje de redactar en este blog. A decir verdad tampoco tengo ningún motivo en especial para volver a publicar en el… Y eso es bueno porque para mi esto resultó ser lo que tenía que ser: un pasatiempo que puedo retomar cuando se me antoje. Y por lo que veo pues a nadie le hice falta así que está bien. Nadie se fue a tirar al barranco por la ausencia de las inteligentes publicaciones que aparecían en este blog hace más de un año.
¡Un año! ¡Eso sí es falta de dedicación! Bueno… ¿Qué más da? Ya estoy de vuelta… al menos hasta que me vuelva a agarrar la locura y pierda el interés nuevamente…
¡Ahí está ve!... Pérdida de interés… El motivo principal de que me haya alejado tanto tiempo de la redacción de artículos para este blog. Veo que lo último sobre lo que escribí el año pasado fue sobre el concierto de Metallica… ¡Uff! ¡Qué melancolía!
En un año han pasado innumerables cosas y, como he mencionado antes y si no lo he hecho lo hago ahora: si yo escribiera sobre cada cosa que sucede (mejor debería trabajar de reportero) no tendría vida propia y, como “la vida es ahora” pues ahí iré escribiendo a ver que hay de nuevo…
Y a propósito de mi ausencia… ahora que recuerdo… el que si ni siquiera se despidió fue el Amo del calabozo, el autor de el blog de ¿Quién gana?
A mediados del año pasado visité su blog y grande fue mi sorpresa al encontrarme con que la última publicación había sido ya hace varios meses. En la misma había un montón de comentarios de diferentes fechas que más o menos llevaban una cronología descriptiva de que el autor del blog no aparecía por ningún lado. Tanto así que sus seguidores ya lo habían dado por muerto (porque creo que no se puede decir otra cosa) y, como no podía faltar siempre algún ocurrente, ahora ya existe el blog “¿Quién gana? 2”.
Así es, como la segunda parte de una película. Pues no pude evitar entrar a conocer el Quien gana 2 y pues es casi lo mismo pero, como era de esperarse, el nuevo autor o autores, no tienen la gracia ni la imaginación que tenia el Amo del Calabozo.
¿Quien gana? 2 es como la versión chusca del original y no lo digo en mala onda y, por supuesto, no dejé ningún comentario ni para ofender ni para bajarle el ánimo a nadie (ni al original le dejaba comentarios). Si eso los hace feliz pues allá ellos. ¿Quién soy yo para arruinarles su fiesta?
Pero eso sí, el Amo del calabozo… que al final solo Dios sabe que sucedió con él o sí en realidad su existencia física en el mundo real concluyó (¡Se murió pues! ¡Va!), tenía mucho más tino para escribir tonterías con gracia pero bueno, así es la vida. Hoy estamos, mañana saber. Yo de verdad espero que simplemente se haya aburrido o que haya conseguido novia o qué sé yo… aunque por la fidelidad que le tenía a su blog dudo mucho que alguna de estas razones haya sido motivo suficiente para que lo abandonara sin siquiera despedirse pero quien sabe…
Bueno, donde sea que esté ojalá que todo le esté saliendo de perlas.
Yo, por mi parte pues voy a seguir escribiendo con la misma constancia (mmm?…) que normalmente lo hacía hace poco más de un año (o sea casi nunca) y si me vuelve a agarrar la hueva pues nos leemos más adelante si Dios quiere.
viernes, 15 de abril de 2011
La tabla periódica hecha una serie.
Hace seis meses más o menos el canal de cable AXN empezó a retransmitir desde su primera temporada una serie muy buena llamada Breaking Bad. Yo la había visto anteriormente gracias a que mi hermano tubo la sabiduría de decirme: “Ve Breaking Bad, es buena.” pero no la había visto desde el principio y menos completa. Hubo episodios que vi fraccionados y otros que ni siquiera vi. Ahora que la retransmitieron hice hasta lo imposible para no perderme ningún episodio y… bueno, ahora sí ya estoy al día.
Para los que no la conocen, Breaking Bad es una serie salida de solo Dios sabe que creativa cabeza y que magistrales escritores para crear una historia tan atrapante. Que te la cuenten no tiene ni la mitad de la mitad de la gracia como que tú la veas pero aquí un pequeño resumen de lo que trata:
Walter White es un maestro de química que ya ronda los 50 años; su esposa, Skyler, está embarazada de su segundo hijo y el primero, Walter Jr., es un adolescente especial. La situación económica de Walter está en declive y para colmo de males le diagnostican cáncer de pulmón. Esto último desencadena en él una serie de sensaciones que cualquier ser humano tendría: Miedo, enojo, depresión, frustración, etc. debido a que él siente el deseo y la necesidad de dejar bien establecida a su familia cuando él ya no esté.
El cuñado de Walter, Hank, es un agente de la DEA. En una reunión familiar Hank hace alarde sobre su trabajo atrapando a los distribuidores de drogas y comenta sobre las cantidades de dinero que un fabricante de narcóticos puede llegar a ganar.
Esta conversación es el detonante que empuja a Walter a convertirse en un fabricante de sustancias ilegales debido a que su basto conocimiento sobre la química, su gran necesidad económica y su diagnostico de cáncer de pulmón resultan ser la combinación perfecta para ello.
Para comenzar en este negocio Walter busca la ayuda de un joven, no muy disciplinado por cierto, que no anda en tan buenos pasos, es fumador de hierba mala, y que acaba de tener suerte al escapar de una de las redadas que la unidad de la DEA liderada por Hank hace regularmente y que además fue alumno suyo en el pasado, convirtiendo así a Jesse Pinkman en la mano derecha de Walter para empezar su propio laboratorio ilegal. Claro que las diferentes personalidades de Walter y Jesse chocan constantemente y les cuesta mucho estar de acuerdo lo cual es entretenido de ver.
Hasta aquí llega la breve sinopsis de lo que esta serie ofrece en la mitad de su primer episodio.
La temática de la serie es simple: las cosas que un ser humano común y corriente puede llegar a hacer y las decisiones que puede llegar a tomar cuando la situación se pone difícil.
Ahora bien, lo interesante de la serie es que, de entrada, pues los dos personajes principales dan la impresión de no dar para mucho. Es decir, no son ni tan experimentados ni tan audaces como para pensar que puedan llegar lejos en su nuevo “trabajo”. Y aunque no necesariamente te caigan tan bien al principio, la manera en que se va desarrollando la historia y la diversidad de situaciones a las que se enfrentan hace que te interese saber que es lo que viene después y “¿como rayos van a salirse con la suya?”.
De hecho, Walter cuenta con la ventaja de que nadie sospecharía de un maestro de secundaria cincuentón, pero la historia efectivamente trata de eso: ¿Cuanto tiempo podrá Walter esconder su secreto de su familia? Tiene muy pocas probabilidades de llegar lejos y pasar desapercibido. ¿Estará dispuesto a arriesgarse a pasar de los límites de lo moral para que su esposa, su hijo y su cuñado no se enteren?
Por otro lado es inexplicable que uno, como espectador, termine riéndose de algunas grotescas, sangrientas y muy poco cómicas situaciones que tiene esta serie que se supone que es un drama. Me refiero a que hay que tener un estómago fuerte y muy poca vergüenza para “soportar” los primeros episodios de la primera temporada de Breaking Bad porque después de unos cuantos pues ya llevas aviada y ya sabes que puedes esperar lo que sea.
A pesar de ser una serie lenta, porque lo es, sufre de acelerones, por así decirlo; es decir que es como ir conduciendo tu vehículo en una calle llena de túmulos. Esos saltos abruptos son los que lo mantienen entretenido a uno. Los diálogos y las actuaciones son convincentes y el aspecto técnico es bastante respetable. Su género dramático con salpicaduras de comedia y la emoción que los artistas le inyectan a los personajes han sido la clave para que esta serie haya ganado ya dos (creo yo) premios Emmy.
A estás alturas es bueno encontrar un programa que salga un poco de la rutina, que sea diferente y que haga contraste con las novelas, con los estúpidos realitys y ya no digamos con los que son como American Idol y todas esas idioteces.
Hace tres semanas empezó la cuarta temporada, que pues ya va mucho más avanzada de lo que describí un poco más arriba, y está bien interesante.
Por cierto, por ahí estaba leyendo que el creador no sabe como va a terminar la serie. Y no es que estemos esperando un desenlace inmediato pero da curiosidad y morbo saber cual será el final de Heinsenberg (es el sobrenombre con el que Walter trata de esconder su identidad, y que conste que dije “trata”) en el mundo del narcotráfico o si Walter perderá la carrera contra el Cáncer (Hagan sus apuestas).
Breaking Bad un gran trabajo a nivel técnico y a nivel historia. Repite episodio anterior los domingos a las 10:00 am y estrena episodio, también el domingo, a las 7:00 pm por AXN.
Para los que no la conocen, Breaking Bad es una serie salida de solo Dios sabe que creativa cabeza y que magistrales escritores para crear una historia tan atrapante. Que te la cuenten no tiene ni la mitad de la mitad de la gracia como que tú la veas pero aquí un pequeño resumen de lo que trata:
Walter White es un maestro de química que ya ronda los 50 años; su esposa, Skyler, está embarazada de su segundo hijo y el primero, Walter Jr., es un adolescente especial. La situación económica de Walter está en declive y para colmo de males le diagnostican cáncer de pulmón. Esto último desencadena en él una serie de sensaciones que cualquier ser humano tendría: Miedo, enojo, depresión, frustración, etc. debido a que él siente el deseo y la necesidad de dejar bien establecida a su familia cuando él ya no esté.
El cuñado de Walter, Hank, es un agente de la DEA. En una reunión familiar Hank hace alarde sobre su trabajo atrapando a los distribuidores de drogas y comenta sobre las cantidades de dinero que un fabricante de narcóticos puede llegar a ganar.
Esta conversación es el detonante que empuja a Walter a convertirse en un fabricante de sustancias ilegales debido a que su basto conocimiento sobre la química, su gran necesidad económica y su diagnostico de cáncer de pulmón resultan ser la combinación perfecta para ello.
Para comenzar en este negocio Walter busca la ayuda de un joven, no muy disciplinado por cierto, que no anda en tan buenos pasos, es fumador de hierba mala, y que acaba de tener suerte al escapar de una de las redadas que la unidad de la DEA liderada por Hank hace regularmente y que además fue alumno suyo en el pasado, convirtiendo así a Jesse Pinkman en la mano derecha de Walter para empezar su propio laboratorio ilegal. Claro que las diferentes personalidades de Walter y Jesse chocan constantemente y les cuesta mucho estar de acuerdo lo cual es entretenido de ver.
Hasta aquí llega la breve sinopsis de lo que esta serie ofrece en la mitad de su primer episodio.
La temática de la serie es simple: las cosas que un ser humano común y corriente puede llegar a hacer y las decisiones que puede llegar a tomar cuando la situación se pone difícil.
Ahora bien, lo interesante de la serie es que, de entrada, pues los dos personajes principales dan la impresión de no dar para mucho. Es decir, no son ni tan experimentados ni tan audaces como para pensar que puedan llegar lejos en su nuevo “trabajo”. Y aunque no necesariamente te caigan tan bien al principio, la manera en que se va desarrollando la historia y la diversidad de situaciones a las que se enfrentan hace que te interese saber que es lo que viene después y “¿como rayos van a salirse con la suya?”.
De hecho, Walter cuenta con la ventaja de que nadie sospecharía de un maestro de secundaria cincuentón, pero la historia efectivamente trata de eso: ¿Cuanto tiempo podrá Walter esconder su secreto de su familia? Tiene muy pocas probabilidades de llegar lejos y pasar desapercibido. ¿Estará dispuesto a arriesgarse a pasar de los límites de lo moral para que su esposa, su hijo y su cuñado no se enteren?
Por otro lado es inexplicable que uno, como espectador, termine riéndose de algunas grotescas, sangrientas y muy poco cómicas situaciones que tiene esta serie que se supone que es un drama. Me refiero a que hay que tener un estómago fuerte y muy poca vergüenza para “soportar” los primeros episodios de la primera temporada de Breaking Bad porque después de unos cuantos pues ya llevas aviada y ya sabes que puedes esperar lo que sea.
A pesar de ser una serie lenta, porque lo es, sufre de acelerones, por así decirlo; es decir que es como ir conduciendo tu vehículo en una calle llena de túmulos. Esos saltos abruptos son los que lo mantienen entretenido a uno. Los diálogos y las actuaciones son convincentes y el aspecto técnico es bastante respetable. Su género dramático con salpicaduras de comedia y la emoción que los artistas le inyectan a los personajes han sido la clave para que esta serie haya ganado ya dos (creo yo) premios Emmy.
A estás alturas es bueno encontrar un programa que salga un poco de la rutina, que sea diferente y que haga contraste con las novelas, con los estúpidos realitys y ya no digamos con los que son como American Idol y todas esas idioteces.
Hace tres semanas empezó la cuarta temporada, que pues ya va mucho más avanzada de lo que describí un poco más arriba, y está bien interesante.
Por cierto, por ahí estaba leyendo que el creador no sabe como va a terminar la serie. Y no es que estemos esperando un desenlace inmediato pero da curiosidad y morbo saber cual será el final de Heinsenberg (es el sobrenombre con el que Walter trata de esconder su identidad, y que conste que dije “trata”) en el mundo del narcotráfico o si Walter perderá la carrera contra el Cáncer (Hagan sus apuestas).
Breaking Bad un gran trabajo a nivel técnico y a nivel historia. Repite episodio anterior los domingos a las 10:00 am y estrena episodio, también el domingo, a las 7:00 pm por AXN.
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