lunes, 8 de febrero de 2010

Ahora sólo falta que te reprueben en sexualidad.

A propósito del inicio de clases...

Con la entrada en vigencia de la ley sobre educación sexual el primer sector de la sociedad en oponerse a la misma ha sido la Iglesia Católica. Y era de esperarse tomando en cuenta que, además del asunto moral, muchas de las disposiciones de las personas que manejan el país resultan ser una decepción ya que carecen de objetividad y/o efectividad.

Por otro lado, la educación sexual no es exactamente tan perjudicial como la iglesia la pinta. Debemos tomar en cuenta que, por el tipo de sociedad desordenada e inculta en que vivimos y a que la falta de valores morales cada día es más grande, la juventud está más propensa a ciertas "libertades"; en este caso, a tener relaciones sexuales a una temprana edad y con tan poca información sobre el tema, que no está de más pensar en educar a los adolescentes sobre el sexo en lugar de intentar disuadirlos para que no lo practiquen.

El problema es que la iglesia y los demás sectores conservadores tienen razón al argumentar que "esta ley viola el derecho de los padres de familia de educar a sus hijos" y es verdad, porque uno debe de poder educar a sus hijos de la manera que uno considere la mejor (por muy equivocados que podamos estar). Igual... nadie le puede enseñar a uno a ser un buen padre. Pero exactamente ahí es donde entran y hacen efecto estas leyes educativas ya que la idea es que dejemos de heredarle nuestra falta de cultura e información a nuestros hijos para que ellos consigan llevar una vida más plena.



Y es que este tema es un arma de doble filo. Tomando en cuenta que el gobierno no cumple con sus obligaciones constitucionales como garantizar el derecho a la vida, el respeto al derecho ajeno; y que castiga a los ciudadanos con leyes absurdas, malos funcionarios e impuestos que no dejan que las personas logren alcanzar una mejor calidad de vida, muchos padres dirán: "Y encima me quieren educar a mi angelito sobre sexo... ¡Que se vayan al demonio!" porque ¿Qué nos garantiza que los maestros les van a dar una educación adecuada sobre sexualidad a nuestros hijos? ¿Y a los maestros quién los va a educar sobre sexualidad o planificación familiar?

Bueno, ¿Y que tal si el maestro resulta ser demasiado puritano como para poder hablar de sexo sin tapujos ni prejuicios y sin perder la objetividad? En ese caso no va a resolver las dudas de nuestros adolescentes adecuadamente. O peor aún... ¿Y si resulta ser un morboso pervertido o alguien que sea homofóbico o que tenga algún tipo de prejuicio de este tipo?
¿Qué dilema verdad? ¡O imaginense que suceda que algún alumno va a ser más experimentado que el maestro! Porque eso podría darse ante todo si el maestro es una persona mucho más reservada en el tema sexual y se tope con algún alumno de esos que además de ser más experimentado presuma de ser un sabelotodo. Si el educador no es una persona muy experimentada y además no está bien empapada del tema probablemte no se cumplirá el objetivo de la enseñanza.



Además de que por muy informado y educado que sea el maestro, es muy probable que sus ideologías, creencias, costumbres y edad no sean las que los padres desean para una persona que va a educar a sus hijos sobre un tema tan delicado como lo es el sexo. Por ejemplo, yo ya fui catedrático de básicos y estoy seguro que, si a mí me hubiera tocado dar la clase de educación sexual, no hubiera sido del agrado de muchos padres que su hijo llegara un día a contarles que en la clase su profesor les dijo que "no tengan sexo pero si lo van a tener usen preservativo". Yo sé que yo hubiera dicho eso en alguna de mis clases.

¿Se imaginan la ola de reclamos y maltratadas que me hubieran llovido? Y es que yo soy de la idea que si vas a hacer algo malo, debes hacerlo bien hecho... pero lógicamente millones de personas no piensan igual que yo y en esto la diversidad de religiones tiene mucho que ver.
Y es que sin importar cual sea la que practicas, las religiones son trabas y topes que no le permiten al ser humano disfrutar de muchas cosas buenas de la vida y si las disfruta pues tiende a experimentar algún sentimiento de culpa en determinado momento. Ese tipo de tabues son los que nos impiden a los humanos crecer, experimentar... ¡vivir!

Y todo esto lo digo con una dificultad enorme porque, aunque yo me siento bastante satisfecho con la educación católica que recibí desde joven, con el paso del tiempo y ante todo por las geniales experiencias que la vida me ha dado pues me ha sido bastante difícil seguir el camino derecho de mi religión. Me llama bastante la atención el hecho de que la iglesia se pronuncie ante esta normativa y me recuerda al verso de una canción de Ricardo Arjona: "Prefieren ver niños con hambre que un preservativo", porque muchos prefieren obedecer a sus principios religiosos que al sentido común (y los católicos no somos obviamente los únicos que caemos en eso).

La otra cara de la moneda es que la iglesia espera que comprendamos que la mejor y más efectiva manera de evitar los embarazos no deseados y la mejor prevención para todas las enfermedades de transimisión sexual, incluyendo el sida, es "decir no" (al antojo o deseo sexual)... y, bueno, de hecho (y lo peor) es que la iglesia tiene toda la razón. Pero, es que ni todos somos católicos y ni todos los católicos practicamos la religión al pie de la letra y ni todos somos seres humanos que podamos "decir no" porque lamentablemente nuestra naturaleza humana es así.



Los conservadores dicen que la educación sexual fomenta la promiscuidad... Pues, sinceramente yo creo que no. El que es promiscuo lo es con o sin educación sexual; pero si no se puede evitar que nuestros adolecentes sean promiscuos ¿no es mejor que por lo menos se les dé una orientación al menos para reducir la tasa de embarazos no deseados o la del contagio de enfermedades?

Lo que pasa es que los padres, y la sociedad en general, no aceptan y no quieren aceptar que sus hijos tienen sexo. Sí padres de familia, deben aceptarlo, no hay una edad exacta ni determinada para el primer encuentro sexual de un adolescente pero si su hijo o hija tiene entre 15 y 17 años es muy, muy probable que ya haya tenido su primera experiencia sexual (en el área rural incluso podrían ser más jóvenes de 15 años). Si tiene entre 18 y 20 años es altamente probable que su hijo o hija sea una persona sexualmente activa y si tiene 20 años o más definitivamente olvídese, pero olvídese que su hijo o hija sea vírgen. Son contados los casos en que las personas llegan vírgenes a los veintitantos años de edad, sobre todo en los hombres; es más probable encontrar mujeres vírgenes a los 25 años o más que hombres a los 22.

Si su hijo quiere tener sexo (por muy feo, bruto o pobre que sea), usted tenga por seguro que no le va a pedir permiso, él lo va a tener con o sin su consentimiento y en eso tiene mucho que ver la educación que usted le haya dado desde pequeño.



Además, llamar a esto "educación sexual" está mal planteado, empezando porque en realidad es la Ley de Acceso Universal y Equitativo de Servicio de Planificación Familiar. Léase bien: Planificación Familiar. Que la planificación familiar tenga que ver con la sexualidad no significa que en realidad a las personas les enseñen educación sexual, la cual y a mi manera de ver, consistiría en enseñarle a las personas a hacer el sexo. Y solo hay tres formas para aprender a hacer el sexo que yo sepa; una de ellas sería la práctica (porque la práctica hace al maestro) pero antes de practicar pues mínimo debes saber algo por lo que las otras dos opciones serían... Una: leer en libros o revistas (o en páginas de internet) dedicadas a ese tema. Y dos: un vídeo pornográfico.

En serio, a pesar de lo raro que se oiga pero esa es la realidad. La mitad de los embarazos no deseados y el contagio de enfermedades venéreas se debe a que muchos adolescentes, en sus primeras relaciónes sexuales, no saben casi nada de nada; tendrán la idea tal vez, pero es como darle la llaves de un vehículo a alguien que jamás a conducido y decirle que maneje en el tráfico capitalino a la hora pico... Resultado = Accidente seguro.

No importa si eres padre o hijo... probablemente será super, super incómodo ver una cinta triple x juntos. Así que si tú eres padre pues puedes darle a tu hijo una cinta de este tipo para que la "estudie" y que luego te pregunte cosas en las que tenga dudas y, por supuesto, tú se las resolverás. Ahora que si de verdad esto no te convence nada nadita pues lo más recomendable sería pues darle a leer una revista o libro informativo-educativo, y mejor si tiene gráficos.

Si eres un o una adolescente con dudas pues las dos opciones anteriormente descritas te funcionarán perfectamente. Además de estas no creo que haya muchas otras opciones porque ninguno de tus amigos te va a decir algún día: "Hey voy a tener sexo con mi novia/novio por si quieres venir a ver como se hace y así aprendes algo..." ¿No verdad?

En este tema tan complicado es difícil escoger una lado pero para terminar yo creo que la educación -planificación familiar- es buena y ayudará a que los jovenes abarquen temas tabues que normalmente no tocan. Ojalá que los maestros sean capacitados de una manera adecuada pero lo más importante sería que los padres de familia se acerquen a sus hijos y discutan el tema. La educación empieza en el hogar.

No tengo idea de como se va a impartir esta nueva "materia" pero es seguro que nadie la va a dejar de retrasada porque, aunque sólo sea en esa clase, es seguro que toooooooodos van a poner atención.

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