El lunes falleció un amigo mío. Fue asesinado cobardemente mientras trabajaba. El suceso fue dado a conocer en la televisión y la prensa escrita. Muchos deben haberse enterado; era un muchacho de 21 años, tenía 3 meses de haberse graduado de bombero pero lamentablemente se convirtió en una víctima más de la violencia que día a día se adueña irremediablemente más de este país.
No hay manera de mitigar el dolor infinito que esta perdida le ha dejado a su familia y para quienes lo conocimos creo que estarán de acuerdo conmigo cuando digo que pienso que es lamentable perder a una persona que hace un aporte positivo a la sociedad.
En lo personal, que no lo demuestre no quiere decir que no me duela y a 4 días de su triste fallecimiento sólo me queda pedirle a Dios que haga justicia y que brinde resignación a su familia y demás amigos por tan lamentable pérdida.
¡Te queremos Colocho!
viernes, 1 de mayo de 2009
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