miércoles, 8 de enero de 2014

Que en paz descanse Paul Walker.

¡Un poco más de un año sin publicar nada! ¡Qué bárbaridad! Pero en esta ocasión guardaré mis excusas para más adelante. Quizás para mi siguiente publicación ya que este año trataré de redactar con frecuencia, aunque el archivo de publicaciones de mi blog me desacredita completamente. ¡Un promedio de tres publicaciones por año en los últimos cuatro años! ¡Que bárbaridad!

Bueno, como no tenía un tema especial para redactar (que raro...) lo que se me ocurra primero. Y que conste que yo empiezo a redactar primero y, por lo general, hasta de último busco un título. Vamos a ver... ¡Rayos! ¡Se me ocurrió algo pero que mal...! O sea, no era lo que esperaba pero, bueno! ¡Ahí va!...

Cuando un artista famoso muere los demás podemos sentir tristeza, nostalgia, dolor, que sé yo... aunque no lo conozcamos en persona. Obviamente se debe a que sentimos empatía por esta persona. Yo, en lo personal, lamento el fallecimiento, el pasado mes de Diciembre, de Paul Walker, la estrella (o co-estrella, como gusten) de Rápido y Furioso.

Lo más impactante de la noticia fue la forma en que murió el actor. No voy a profundizar en eso porque ya todos saben como sucedió pero no puedo negar que me causó mucha admiración.


Yo pienso que lo que más incomoda es que perdió la vida en un tonto accidente. Con esto me refiero a que el trágico suceso se pudo evitar con algo tan sencillo como conducir a una velocidad adecuada. Es mi manera de verlo. A eso hay que agregarle que él ni siquiera iba conduciendo sino que el conductor era su mejor amigo.

Claro que sabiendo que, para estas personas, viajar a altas velocidades en su vehículo era una actividad cotidiana en su vida... ¿Quién se iba a imaginar que iban a morir por exceso de velocidad? Es como que un día de estos uno fuera al supermercado a hacer sus compras y, mientras está haciendo drift entre los pasillos con la carretilla, por equis motivo se muera. ¿Cómo se puede vaticinar algo así?

Sin embargo no dejo de pensar en que es una manera injusta de perder la vida. Es una pena que ambos hayan fallecido pero si el acompañante de Walker hubiera sobrevivido al accidente... ¡Qué enorme cargo de conciencia tendría! Yo siento que es muy probable que si Paul Walker hubiera sido el conductor del vehículo, aun estaría vivo.

Creo que eso se debe a que lo percibo más como su personaje de Fast and Furious, Brian O`conner quien se dedica, como ya todos sabemos, a correr vehículos. Irónico, ¿verdad?

Pues que lamentable perder a este actor que se persivía tan carismático... ¡La vida es tan impredecible! Un par de veces me ha pasado que, cuando voy conduciendo mi motocicleta muy rápido y me recuerdo de esta noticia, mejor reduzco la velocidad porque, si Paul Walker (o bien Brian O`conner) falleció en un accidente automovilístico, ¿quien dice que a mí no podría pasarme lo mismo?

Perdón por no poder evitar las bromas de mal gusto pero esta última pues no fue tan broma.

 Que en paz descanse Paul Walker.