sábado, 15 de marzo de 2014

¡Y se acabó Breaking Bad!

A finales del año pasado los canales AMC en Estados Unidos y AXN para Latinoamérica transmitieron el final de la última temporada de esta excelente serie dramática.


Yo no los vi por cable… ¡Los tuve que ver por internet! De otra manera no hubiera podido verlos porque la gente de AXN no tomó en cuenta que algunos tenemos muchas otras cosas que hacer y que es complicado sentarse a ver televisión cuatro horas seguidas. Sucede que los ocho capitulos finales los pasaron en un sólo fin de semana. Cuatro episodios el sábado y cuatro el domingo. Y ni siquiera tuvieron la dignidad de pasar las acostumbradas repeticiones en otro horario u otro día. ¡Pero en fin! Gracias a la magia del internet pude disfrutar del final de Breaking Bad.
Si estás leyendo esto, no has visto el final de esta serie y estás considerando verlo en el futuro no muy lejano, mejor no sigas leyendo porque hoy sí me voy a deshacer en spoilers!

Entre los momentos más emocionantes uno de los más esperados es cuando Hank por fin descubre que la persona que estuvo persiguiendo durante tanto tiempo y no pudo atrapar ¡era su propio cuñado!

(que bueno que, al descubrir que su némesis era su propio cuñado, Hank estaba en el lugar adecuado para recibir este tipo de noticias)

Han pasado meses desde que Walter decidió dejar atrás su vida como fabricante de drogas y su vida transcurre felizmente al lado de su familia. Nadie se esperaba que Hank lo descubriera porque Walter conservó un libro en el baño en el que, un antiguo discípulo suyo, ya fallecido (a manos de Jesse Pinkman para salvarle el pellejo),  le dejó escrita una dedicatoria.


El experimentado agente de la DEA hasta sufre un ataque de pánico pero no le dice nada a nadie, ni a su compañeros de la DEA ni asu familia. Sin pruebas concretas Hank no se atreve a informar a sus superiores lo que ha descubierto, además de que, en el mismo instante que ellos lo sepan, él sabe que dejará de ser un agente de la DEA debido a su relación familiar con Walter. Un par de días después Walter llega a visitarlo y Hank no puede aguantarse y le da un puñetazo derribándolo al suelo y haciéndole saber que lo ha descubierto.


Walter niega las acusaciones pero sabe que ha sido descubierto y lo primero que hace es llamar a Skyler pero, por una diferencia de segundos, Hank se le ha adelantado acordando en reunirse con ella para hablar en privado. Justo cuando uno cree que ya todo está perdido para Walter, Skyler mantiene el control y no le dice a Hank nada que pueda serle útil.


Hank le cuenta a Marie (su esposa y hermana de Skyler) quien llega a hablar con Skyler y se da cuenta de que ella sabía que Walter era un traficante incluso antes de que Hank fuera atacado por unos gemelos sicarios mexicanos (estamos hablando de tres temporadas antes). La ira de Marie es tal que golpea a Skyler en la cara y trata de llevarse a la bebita de esta. Hank tiene que intervenir. Marie convence a Hank de que informar a la DEA es lo correcto.

Resulta que Jesse ha estado tirando miles de dólares por todo un vecindario (al estilo Robin Hood según lo hacen ver los federales que lo capturan) quizás porque el dinero no ha podido borrarle el remordimiento que lo persigue de las varias muertes de víctimas inocentes en las que él ha estado involucrado. Cuando Hank se entera de esto llega a hablar con Jesse y aunque Jesse no quiere ser un delator, Hank lo convence de que colabore con él. 

Como la única evidencia concreta que puede hundir a Walter es su enorme montón de dinero en efectivo (del tamaño de una cama tamaño queen más o menos, si es que quisiéramos compararlo con algo), Walter ha decidido guardarlo es unos barriles y enterrarlo en algún lugar en el lejano desierto.


Por medio de Huell, Hank y Gómez obtienen esta información y aunque no saben en donde está el dinero, por medio de una fotografía preparada y una llamada de Pinkman le hacen creer a Walter que lo descubrieron. En su preocupación de perder lo que tanto le costó, es el mismo Walter quien los lleva al dinero. Al llegar al lugar del desierto en donde enteró su dinero, Walter cree que se enfrentará a Jesse  por lo que pide por teléfono la ayuda de la banda de Jack, el tío de Tod, pero al darse cuenta que Jesse va acompañado de su cuñado, Walter le dice que mejor ya no se aparezcan (se resigna a que ha perdido pues no sería capaz de derramar la sangre de su cuñado). Walter es arrestado por Hank pero aparecen los bandoleros, que tiene la ventaja numérica, y empieza un enfrentamiento armado.


Los dos agentes de la DEA son derrotados. Gómez cae muerto y Hank queda herido y es rodeado por los mercenarios. ¡A pesar de que la banda de Jack salva a Walter, lo ignoran cuando este clama por la vida de Hank pues, de igual forma, le dan muerte!


¡Este fue el momento más impactante para mí de toda la serie!

¡Walter no lo podía creer (y yo tampoco)!
Los bandoleros desentierran el dinero, en ese mismo agujero sepultan los cuerpos de Hank y Gómez y luego toman seis (de siete) barriles del dinero que Walter y le dejan un barril. Se llevan a Pinkman secuestrado para que cocine para ellos.
Antes de morir, Hank había llamado a Marie para contarle que ya tenía a Walter bajo custodia. Marie llama a Skyler para darle esta información y decirle que se prepare para lo que viene. Cuando Walter llega con Skyler y Walter Jr. Diciéndoles que empaquen sus cosas porque deben irse inmediatamente de su casa, Skyler le pregunta por Hank. Ante tanta presión Walter le dice que él intentó salvarlo. ¡Esto es el acabóse! Skyler le dice que se vaya amenazándolo con un cuchillo. Walter Jr. Llama la a la policía. Walter toma a su bebita y se la lleva en su auto sin importarle los gritos de desesperación de Skyler.


Horas después, antes de dejar a su propia hija en una estación de bomberos, Walter llama a Skyler por teléfono. La policía ya está en la casa. Walter lo sabe por lo que le habla a Skyler actuando como que si ella era una víctima y él la hubiera tenido amenazada durante todo ese tiempo para que no fuera con la policía.
Como ya no le queda nada más, Walter decide  irse de la ciudad. Ya todo el mundo lo sabe, aparece en las noticias, todas las autoridades lo buscan, Walter Jr. No quiere saber nada de él ni de su dinero. Después de unos meses, cuando por fin decide entregarse, en la televisión ve a sus antiguos amigos de la compañía Materia Gris y eso le da una idea. Compra una metralleta de alto poder y se fábrica un sistema de movimiento automático que se inicia con un botón y lo monta en la cajuela de su auto.


Al poco tiempo llega a la casa de sus ex amigos y, con una buena amenaza, les dice que va a darles un dinero (lo que le sobró del barril que le dejaron) y que quiere que ellos se lo entreguen a su hijo para el día de su cumpleaños.
Luego va a dónde sabe que va a encontrar a la banda de Jack. Coloca su auto en una adecuada posición y cuando estos están a punto de darle muerte por haber regresado a buscarlos, Walter le reclama a Jack por haberse asociado con Jesse. Jack hace traer a Jesse, a quien mantienen encadenado y esclavizado cocinando la metanfetamina azul y le dice a Walter que “él no se asocia con ratas delatoras”.

Por alguna razón Walter decide salvar a Jesse y se lanza sobre él, cayendo los dos al suelo, al mismo momento que activa a control remoto la ametralladora que tiene en el baúl de su auto. Los disparos perforan (hasta agotarse el cargador) el auto, la pared y eliminan a casi todos los de la banda. Tod queda ileso pero Jesse lo atrapa con la cadena que lo ha tenido cautivo, extrangulándolo hasta darle muerte.


Jack ha quedado herido tendido en el suelo y le dice que a Walter que si lo mata no recuperará el dinero pero Walter no duda en matarlo con su propia arma. Luego se la da a Jesse para que él lo mate (al mismo Walter) pero Jesse no lo hace y se va del lugar.


En ese momento Walter se da cuenta que ha sido alcanzado por una de las balas de su propia arma en el abdomen y a los pocos minutos, casi en el momento que llega la policía, Walter White cae al suelo y muere. Probablemente un final adecuado para este malvado pero humano personaje. 



¡Excelente esta serie! ¡De lo mejor! Drama, llanto, risas, tiros… ¡esta serie lo tuvo todo! Yo aquí resumí a enormes rasgos los últimos ocho episodios pero claro que no hay nada como verla y disfrutar de todo eso. ¡Excelente trabajo de los escritores, actores, técnicos y todas las personas que hayan estado involucradas en este show! Pasará bastante tiempo para que aparezca otra serie que cause en el espectador el mismo interés que Breaking Bad.

miércoles, 8 de enero de 2014

Que en paz descanse Paul Walker.

¡Un poco más de un año sin publicar nada! ¡Qué bárbaridad! Pero en esta ocasión guardaré mis excusas para más adelante. Quizás para mi siguiente publicación ya que este año trataré de redactar con frecuencia, aunque el archivo de publicaciones de mi blog me desacredita completamente. ¡Un promedio de tres publicaciones por año en los últimos cuatro años! ¡Que bárbaridad!

Bueno, como no tenía un tema especial para redactar (que raro...) lo que se me ocurra primero. Y que conste que yo empiezo a redactar primero y, por lo general, hasta de último busco un título. Vamos a ver... ¡Rayos! ¡Se me ocurrió algo pero que mal...! O sea, no era lo que esperaba pero, bueno! ¡Ahí va!...

Cuando un artista famoso muere los demás podemos sentir tristeza, nostalgia, dolor, que sé yo... aunque no lo conozcamos en persona. Obviamente se debe a que sentimos empatía por esta persona. Yo, en lo personal, lamento el fallecimiento, el pasado mes de Diciembre, de Paul Walker, la estrella (o co-estrella, como gusten) de Rápido y Furioso.

Lo más impactante de la noticia fue la forma en que murió el actor. No voy a profundizar en eso porque ya todos saben como sucedió pero no puedo negar que me causó mucha admiración.


Yo pienso que lo que más incomoda es que perdió la vida en un tonto accidente. Con esto me refiero a que el trágico suceso se pudo evitar con algo tan sencillo como conducir a una velocidad adecuada. Es mi manera de verlo. A eso hay que agregarle que él ni siquiera iba conduciendo sino que el conductor era su mejor amigo.

Claro que sabiendo que, para estas personas, viajar a altas velocidades en su vehículo era una actividad cotidiana en su vida... ¿Quién se iba a imaginar que iban a morir por exceso de velocidad? Es como que un día de estos uno fuera al supermercado a hacer sus compras y, mientras está haciendo drift entre los pasillos con la carretilla, por equis motivo se muera. ¿Cómo se puede vaticinar algo así?

Sin embargo no dejo de pensar en que es una manera injusta de perder la vida. Es una pena que ambos hayan fallecido pero si el acompañante de Walker hubiera sobrevivido al accidente... ¡Qué enorme cargo de conciencia tendría! Yo siento que es muy probable que si Paul Walker hubiera sido el conductor del vehículo, aun estaría vivo.

Creo que eso se debe a que lo percibo más como su personaje de Fast and Furious, Brian O`conner quien se dedica, como ya todos sabemos, a correr vehículos. Irónico, ¿verdad?

Pues que lamentable perder a este actor que se persivía tan carismático... ¡La vida es tan impredecible! Un par de veces me ha pasado que, cuando voy conduciendo mi motocicleta muy rápido y me recuerdo de esta noticia, mejor reduzco la velocidad porque, si Paul Walker (o bien Brian O`conner) falleció en un accidente automovilístico, ¿quien dice que a mí no podría pasarme lo mismo?

Perdón por no poder evitar las bromas de mal gusto pero esta última pues no fue tan broma.

 Que en paz descanse Paul Walker.